Estamos tan acostumbrados al uso de la tecnología que muchas veces no nos paramos a pensar en las consecuencias que su utilización puede tener. Sin embargo, cada vez hay más personas que se empiezan a plantear si el uso de cámaras de seguridad en el trabajo es legal. Por eso, vamos a analizar más detenidamente esta cuestión.
Tabla de Contenidos
- 1 Marco actual de las cámaras de seguridad en el trabajo
- 2 ¿Qué tipo de cámaras es legal instalar para vigilar en el trabajo?
- 3 ¿Se han de ver las cámaras o pueden estar ocultas?
- 4 ¿Se requiere el consentimiento de los empleados para instalarlas?
- 5 ¿Cómo puedo usar esas grabaciones para demostrar ilegalidades cometidas en el entorno laboral?
Marco actual de las cámaras de seguridad en el trabajo
Son muchos los centros de trabajo que ya cuentan con un sistema de grabación, especialmente si se trata de establecimientos abiertos al público.
Si vamos a cualquier supermercado veremos un cartel en la puerta que nos avisa de que mientras permanezcamos en sus instalaciones seremos grabados. Estas cámaras captan nuestra imagen y, lógicamente, también la de los empleados.
Lo habitual es usar cámaras que solo captan vídeo, pero ¿qué ocurre si también captan sonido? ¿Usar cámaras con audio en el trabajo es legal? Lo cierto es que la legislación es algo confusa sobre este tema.

¿Es legal poner cámaras en el trabajo?
La legislación sobre protección de datos ha avanzado mucho a nivel europeo y nacional con la entrada en vigor del RGPD y la nueva Ley de Protección de Datos, pero seguimos sin tener una regulación que afirme con rotundidad si el uso de cámaras en el trabajo es legal o ilegal.
Estamos ante lo que se conoce como videovigilancia laboral. Esto puede implicar captar la imagen de los trabajadores o bien la imagen acompañada de audio.
La legislación y la jurisprudencia coinciden en señalar que las imágenes captadas de forma digital son datos de carácter personal. Con esto ya te puedes ir haciendo a la idea de que el uso de cámaras en el trabajo es legal solo en ciertos casos y cumpliendo ciertos requisitos:
- Las imágenes deben ser tomadas únicamente para alguna de las finalidades previstas en el Estatuto de los Trabajadores, generalmente para mejorar la seguridad y para cuestiones asociadas con el control laboral.
- Se debe respetar en todo caso el principio de proporcionalidad. Esto implica que si para conseguir el miso objetivo hay medidas menos lesivas se deberán usar las que menos puedan vulnerar la intimidad.
- Hay que tener siempre en cuenta los derechos de los trabajadores y no grabar en espacios vetados, como un vestuario.
- Es fundamental el respeto al derecho a la información, avisando de que se están captando imágenes.
- Habrá que hacer un análisis de riegos e incluir esta toma de imágenes en el Registro de actividades de tratamiento.
- Las imágenes se borrarán en un plazo máximo de 30 días.
- Se garantizarán los derechos de acceso y cancelación.
¿Quién puede ver las grabaciones de cámaras de seguridad?
Ahora que tenemos claro que una grabación es un dato de carácter personal, está claro que no cualquiera puede acceder a las imágenes.
El acceso solo está permitido al titular de la empresa y al personal de seguridad. De hecho, las salas de grabación y visionado deben tener un acceso restringido para que no puedan entrar personas no autorizadas.

¿Qué tipo de cámaras es legal instalar para vigilar en el trabajo?
El dispositivo elegido depende de lo que se quiera controlar exactamente, en algunos casos se usan cámaras fijas que graban siempre un mismo punto, mientras que en otros casos es recomendable optar con cámaras capaces de rotar 360º.
Lo que sí suele hacerse es instalar las cámaras de forma que queden lo más disimuladas posible, no con el objetivo de que queden realmente ocultas, sino para que el trabajador no se sienta intimidado por la cámara ni se sienta tan controlado.
Cámaras ocultas de videovigilancia
Aquí debemos distinguir dos supuestos. El primero es el que acabamos de señalar, instalar la cámara de forma que pase lo más desapercibida posible para no molestar ni intimidar a los empleados. Esto es perfectamente legal.
Muy diferente es el caso de la instalación de auténticas cámaras furtivas o espía. Como hemos visto antes, el uso de cámaras de seguridad en el trabajo es legal si los afectados tienen constancia de que se está efectuando una grabación. En caso contrario, la grabación no será legal ni se podrá utilizar como prueba.

Cámaras con audio y sonido
Podemos aceptar que las cámaras nos graben mientras realizamos nuestro trabajo. Pero, ¿se puede captar también el audio?
La cuestión sobre si el uso de cámaras con audio en el trabajo es legal es muy controvertida, ya que se entiende que en este caso la intimidad del trabajador se ve todavía más afectada, puesto que se captan todas las conversaciones que pueda tener a lo largo del día y, lógicamente, no todas ellas estarán relacionadas con el trabajo.
La regla general es que el uso de cámaras con grabación de audio en el trabajo es ilegal por vulnerar el derecho a la intimidad. La única excepción es que este tipo de grabación haya sido autorizada por un juez dentro del marco de la investigación de un delito.
¿Se han de ver las cámaras o pueden estar ocultas?
Como señalábamos antes, la cámara puede estar en un lugar perfectamente visible o puede estar instalada de forma que pase más desapercibida. En la mayoría de los casos se opta por una instalación profesional que consigue convertir el circuito de grabación en un elemento más, sin que la cámara sea apreciable a simple vista.
Es una cámara oculta, pero en ningún caso una cámara espía, ya que el trabajador sabrá que está ahí.

¿Se requiere el consentimiento de los empleados para instalarlas?
Según los últimos cambios legislativos tras la entrada en vigor del RGPD, para que alguien pueda captar nuestra imagen mientras estamos trabajando deberíamos dar nuestro consentimiento. En la práctica esto se ha solventado con algo tan sencillo como incluir en los contratos una cláusula que avisa al empleado de que será grabado durante sus horas de trabajo y se le pide consentimiento para ello. Así, el uso de cámaras de seguridad en el trabajo es legal si se cumplen también el resto de requisitos.
Y si las instalo, ¿estoy obligado a comunicárselo?
Es posible encontrar sentencias en las que se considera válida como prueba la grabación de un trabajador cometiendo una infracción en el centro de trabajo, aunque dicha grabación se haya efectuado sin que el empleado tenga conocimiento de la presencia de la cámara. En algunas ocasiones los tribunales han considerado que, si se respetan los principios de necesidad, idoneidad y proporcionalidad podría ser una prueba válida.
Pero las cosas han cambiado desde 2018 con la entrada en vigor del RGPD. La legislación exige que se informe a los trabajadores de que van a ser grabados. Es más, se debe avisar expresamente de que las grabaciones obtenidas pueden llegar a usarse con finalidad sancionadora si se detecta una infracción.
¿Cómo puedo usar esas grabaciones para demostrar ilegalidades cometidas en el entorno laboral?
El empresario puede usar las grabaciones si ha cumplido todos los requisitos que se traducen en que el uso de cámaras de seguridad en el trabajo es legal.
Lo principal es que el trabajador haya sido advertido previamente de la presencia de cámaras y del posible uso de las imágenes como prueba para imponer una sanción en caso de cometerse una infracción laboral.
También es fundamental que se respete la intimidad de los grabados. Es decir, que la cámara no esté instalada en lugares que puedan considerarse especialmente sensibles para la intimidad de una persona, como un cuarto de baño o en el vestuario.
Si se respetan todos los requisitos que hemos ido viendo a lo largo de este artículo, no habrá ningún problema para poder usar la grabación como medio de prueba para justificar una sanción e incluso para justificar un despido.